La contribución de Paul Krugman a la disciplina económica y su impacto en el quehacer global
Los mercados internacionales
son competitivos no solamente por la disponibilidad de los factores de
producción básicos, sino por la adaptación y asimilación de nuevos elementos
constitutivos de los factores como son los correspondientes al capital y a la mano
de obra, en lo pertinente a la formación, preparación, calificación y
especialización, así como a la asimilación de tecnologías pertinentes al manejo
de los fenómenos macroeconómicos que interfieren en la valoración de los
capitales financieros, representados en instrumentos y herramientas que
contribuyen a compensar los flujos de caja y hacer realmente competitivas las
economías internacionales, incluso las de países con reducidos factores de
producción según la connotación tradicional, pero con potenciales elementos
innovadores que encajan dentro de la clasificación de los factores a la luz de
la posmodernidad económica, ampliando el espectro de la conceptualización de la
teoría económica en lo relativo al comercio internacional.
Krugman gana el Premio Nobel
de Economía en parte por su famoso artículo "Análisis de los patrones de
comercio y localización de la actividad económica" en el Journal of
International Economics en 19791.
Hasta dicho momento siempre se había sostenido que el comercio internacional y
la localización de las actividades productivas se explicaban básicamente por
las ventajas comparativas de los países.
De manera simple esta teoría
nos dice que un país exportará los productos para los cuales tiene recursos
naturales en abundancia o si tiene abundancia de un factor de producción como
el capital, exportaría productos intensivos en este factor de producción.
Este modelo asumía competencia
perfecta (productos homogéneos) y economías de escala constantes (el costo
unitario no se reduce por mayores escalas de producción). Esto resultaría en
que cada país se especializaría en un determinado número de productos y el
resto de países en productos diferentes. Sin embargo, la realidad era otra: por
ejemplo algunos países intensivos en capital intercambian productos semejantes
entre ellos cuya producción es intensiva en capital (autos, ropa, etc.).
Paul Krugman sostiene que
parte del comercio internacional, especialmente el comercio entre países
parecidos (por ejemplo, con abundancia de capital), es explicado por la
existencia de la competencia imperfecta y de economías de escala crecientes. La
competencia imperfecta como la competencia monopolística implica que estos
países producen productos semejantes pero diferenciados (productos no
homogéneos).
Las economías de escala
significan un menor costo unitario por producción en volúmenes grandes; es
decir, la producción en grandes volúmenes a escala mundial sería más eficiente.
De esta manera empresas que producen productos semejantes en diferentes países
competirán unas contra otras.
Por ejemplo tenemos los casos
de los autos producidos en EE.UU., Alemania, Japón, Corea, etc. o aviones Air
Bus (Alemania - Francia) y Boeing (USA). La nueva teoría pretende responder a
diferentes interrogantes tales como ¿cuáles son los efectos del libre comercio
y la globalización en los países y su bienestar?, ¿Cómo se explica la
urbanización en el mundo y la concentración de la producción?, ¿por qué cada
vez más personas migran a las grandes ciudades mientras que las zonas rurales
se van despoblando? entre otras.
Asimismo, con referencia a la
crisis sub-prime y sus efectos y a las crisis de países europeos como España,
Italia, y Portugal, Krugman ha defendido ideas que van en contra de la
"sabiduría convencional" como la llama el laureado economista y que
son por cierto muy controversiales.
La mayoría de los economistas,
quienes están a favor de la "sabiduría convencional" consideran que
países como España o Portugal están en problemas en parte por el excesivo gasto
público y los consecuentes déficits fiscales. Estos déficits significarían una
penalización de los mercados de capitales por cuanto los déficits fiscales y el
incremento de la deuda para financiarlo resultarían eventualmente en una falta
de pago de la deuda y en una futura crisis de deuda.
Ello implicaría a su vez que
los inversionistas vendan los instrumentos de deuda, una caída en su precio y
consecuentemente una subida de la tasa de interés con la cual estos estados se
pueden financiar en el futuro.
La solución pasaría por
reducir los déficits fiscales reduciendo el gasto y/o incrementado los
impuestos. Esto haría que los inversionistas y agentes económicos en general
verían de manera positiva el futuro de la economía y eventualmente volverían la
"confianza" y las inversiones.
Para el Premio Nobel no está
demostrado que esto sea así, sosteniendo además que la evidencia empírica no
estaría a favor. Para Krugman esta "confianza" no es del todo cierta.
Al contrario, sostiene el economista, se debe incrementar el gasto público a
fin de mejorar las expectativas generando y asegurando demanda y los ajustes
del déficit fiscal graduales conforme se va generando una mayor
"confianza".
Como resultado tendremos una
mayor oferta, PBI y empleo a través del retorno de las inversiones. Por lo
tanto, reducir el gasto público y el gasto social abruptamente es tremendamente
doloroso para los ciudadanos de un país.
En especial esta idea sobre el
gasto público es muy controversial. Uno puede estar a favor o en contra de sus
ideas pero sin lugar a dudas es uno de los mejores y más influyentes
economistas de nuestro tiempo y sus ideas como la de cualquier persona merecen
especial atención y respeto. El Perú gracias a ESAN tendrá la suerte de
escucharlo por primera vez luego de obtener el Premio Nobel de Economía.
Estaremos atentos.
Firme defensor de la Seguridad
Social
Si por algo se ha
caracterizado Paul Krugman en los últimos años es por su apasionada defensa de
la sanidad pública. En las últimas semanas, Krugman se ha manifestado repetidas
veces en contra del candidato republicano a la Casa Blanca, John McCain,
("me asusta") y sus propuestas (o falta de ellas) económicas. Sobre todo,
en el terreno de la seguridad social.
Mucho más cercano a los
Demócratas en este tema, el nuevo premio Nobel ironizaba hace pocas fechas
sobre Sarah Palin, la candidada a vicepresidenta de John McCain
cuando ella citó a Ronald Reagan en la conclusión de una de
sus intervenciones. En ella, Palin afirmó que "si no estamos alerta,
acabaremos hablándole a nuestros hijos, y a los hijos de nuestros hijos, de los
días en los que América era libre"- Y Krugman, con razón, aprovechó para
recordar que cuando Reagan habló así, no se refería a la amenaza de la Unión
Soviética, sino que lo hacía sobre seguridad social.